Baños de Agua Santa. Tungurahua. Ecuador

A tres horas y media del sur de Quito, Baños de Agua Santa recibe anualmente a miles de turistas nacionales y extranjeros. Esta ciudad se sustenta casi en su totalidad a través del turismo, pues el 80% de su población se dedica a esta actividad.
Para comenzar el día, se recomienda desayunar en su organizado Mercado Cetral. Ahí podrá consumir alimentos, como sus batidos y empanadas de quesos, por menos de un $1 y quedarse satisfecho hasta el almuerzo.
Junto al terminal terrestre, encontrará el "trapiche", una bebida alcohólica, producto de la fermentación de la caña de azúcar. También podrá observar directctamente la elaboración de las melcochas, en la que, más que la fuerza, interviene la técnica.
Visitar Baños es una gran oportunidad para practicar deportes extremos. Uno de los mayores atractivos de este estilo es el cayoning, que consiste en descender por un cañón saltando, nadando y superando obstáculos. Es necesario ir acompañados de un guía especializado, quien proveerá del equipo de seguridad obligatorio, conformado por casco, salvavidas, cuerdas, poleas y guantes.
Después del desgasto físico por el cayoning, puede reponer sus fuerzas degustando un plato típico de la zona: las truchas, criadas en las piscinas existentes a lo largo del río Pastaza. Usted mismo será quien las pesque para que los cocineros del lugar las preparen.
Las aguas termales de la zona son las que le dan el nombre de Baños de Agua Santa. Existen cuatro grandes balnearios para disfrutar de sus aguas naturales, las cuales, se cree, son curativas, especialmente en cuanto a problemas de circulación, musculares y de columna. Los turistas llegan por la noche y por la madrugada para disfrutar de estas aguas volcánicas que pueden llegar a los 45°C.